La gente mayor frecuentemente experimenta situaciones de pérdida de autonomía personal a causa de varios motivos.
Cuando un adulto joven atraviesa un proceso agudo que lo incapacita, suele integrarlo como un acontecimiento transitorio. No obstante, el adulto grande fácilmente generará pensamientos del tipo: “ya no sirvo”, “me convertiré en una carga” o “soy inútil”. De este modo, su autoconcepto pasa por grandes dificultades.
Cualquier ser humano tiene una idea de él mismo (soy rubio o moreno, se me da bien cocinar o jugar al ajedrez…) en base al cual se valora (autoestima). El autoconcepto, se crea a partir de la percepción que tenemos de nosotros mismos como seres con atributos estables que nos diferencian del resto.
Hay bastante consenso en la hora de establecer que la conducta humana se da en función de las características personales, de la historia de vida de cada cual (y sus experiencias previas) y de las presiones que el ambiente ejerce sobre la persona. Frente al envejecimiento, especialmente cuando hay afectación por enfermedades, todo el que se ha comentado hasta ahora determina que la persona lleve a cabo estrategias de afrontamiento para regular la pérdida.
Estas estrategias pueden estar centradas en las emociones que generan las pérdidas (motivadas generalmente a disminuir su intensidad o hacerlas desaparecer).
Por ejemplo, una persona que disfrutaba mucho haciendo largos paseos deja de salir a andar para evitar la frustración que siente en no poder recorrer la misma distancia que antes. Este tipo de estrategias se muestra más contraproducente por no estar gestionando el elemento o la situación que genera la emoción. Al mismo tiempo, está contribuyendo a perpetuarla.
Siguiendo el ejemplo que se propone, la persona que deja de salir a andar está promoviendo el deterioro de sus capacidades físicas.
Este artículo se ha publicado en el web de Inforesidencias. Si te interesa saber más, puedes consultar el artículo completo en el enlace siguiente: https://www.inforesidencias.com/blog/index.php/2019/11/18/sentirse-util-el-empoderamiento-en-la-tercera-edad-es-la-mejor-receta/