Hoy, día mundial sin tabaco, aprovechamos para hablaros sobre cómo afecta el tabaquismo en el envejecimiento y deterioro cognitivo.

Las investigaciones han demostrado que el uso, el abuso y la adicción de sustancias no se limitan a un grupo de edad específico.
Existe una asociación entre el abuso de sustancias en la vejez y una amplia gama de riesgos para la salud, la exclusión social y el aislamiento. Esto, es debido a que durante la etapa de envejecimiento hay más prevalencia de problemas sociales, psicológicos y de salud, que a su vez son factores de riesgo para el abuso y la dependencia de sustancias.
Por lo tanto, los problemas relacionados con la adicción a sustancias son una causa importante de morbilidad en la población de 65 años o más (Koechl, B., Unger, A., & Fischer, G., 2012).

Muhammad et al. (2021), realizaron un estudio en la India sobre los efectos de fumar o masticar tabaco en el deterioro cognitivo (DC). El DC puede definirse como una pérdida de las funciones cognitivas atípica para la edad pero no lo suficiente grave como para considerarse patológica. Asimismo, los resultados del estudio indicaron que los fumadores tenían más probabilidades de sufrir un deterioro cognitivo que los que nunca habían fumado.

Por otro lado, el tabaco también es un factor de riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares y de aparición y desarrollo de la Enfermedad de Alzheimer. La patogénesis de la Enfermedad de Alzheimer (EA) está marcada por la acumulación de Aβ en el espacio extracelular y los depósitos intracelulares de tau. El consumo de tabaco produce un mayor estrés oxidativo, el cual se asocia con el aumento de la producción de β-amiloide (Aβ), así como con la producción de fosforilación anormal de la proteína tau. Además, el consumo crónico de nicotina induce la liberación de citoquinas proinflamatorias e induce el compromiso del flujo sanguíneo cerebral en humanos (Gipson, C. D., & Bimonte-Nelson, H. A.,2021).

En conclusión, el tabaquismo es un factor de riesgo para la salud, que conlleva una mayor aceleración de los procesos de envejecimiento del cerebro y, como consecuencia, una pérdida de calidad de vida. Por este motivo, es relevante tener en consideración el consumo de sustancias en la vejez e intentar erradicarlo o reducirlo al máximo.

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Autora: Berta Pujadó (psicóloga en prácticas de Centre de Dia Vincles)

Referencias bibliográficas:

• Gipson, C. D., & Bimonte-Nelson, H. A. (2021). Interactions between reproductive transitions during aging and addiction: promoting translational crosstalk between different fields of research. Behavioural pharmacology, 32(2&3), 112–122. https://doi.org/10.1097/FBP.0000000000000591
• Koechl, B., Unger, A., & Fischer, G. (2012). Age-related aspects of addiction. Gerontology, 58(6), 540–544. https://doi.org/10.1159/000339095
• Muhammad, T., Govindu, M., & Srivastava, S. (2021). Relationship between chewing tobacco, smoking, consuming alcohol and cognitive impairment among older adults in India: a cross-sectional study. BMC geriatrics, 21(1), 85. https://doi.org/10.1186/s12877-021-02027-x